El bueno de Ken Rockwell, esta vez sin su palmera, publica un análisis de algo histórico y que ha durado más de lo que durará cualquier cámara digital de esas detrás de la cual se van nuestros codiciosos ojillos.
Es un fotómetro absolutamente analógico. Era de Hassel, se llamaba Hasselblad Meter Knob, estuvo vigente desde 1957 hasta 1991 y fue pensado para las absolutamente manuales Hassel V. Cuando nació faltaban aún bastantes décadas para que habláramos del Histograma.
Como análisis no vale una pichincha, pero como nota histórica si. Es un fotómetro de selenio, de los que no necesitaban ningún tipo de alimentación y me ha tocado la fibra sensible pues recuerdo que cuando era un niño teníamos en casa uno así, no este, pero si uno de este tipo. Fue mi primer fotómetro y al igual que mi primera cámara, una Rolleicord 6×6 de dos objetivos y película 120, no recuerdo como llegó a casa pues mi padre no era especialmente aficionado a la fotografía. Seguro que mi padrino, que murió cuando yo era un crío, tuvo algo que ver. Era fotógrafo profesional, de esos con tienda y estudio donde iban los novios vestiditos y acicalados a hacerse la foto de su vida justo antes de pasar por la iglesia. De eso hará unos 50 años.
Una simple curiosidad