Si esto hubiera sido una entrevista con el diseñador (o alterador, que aún no lo sé) del Canon EF 24-70F2,8L USM II yo hubiera disfrutado como una política cantando “comunismo o libertad”, me habría quedado con su cara, y nos hubiéramos visto de madrugada en el campo del honor y con padrinos para que me explicara lo de la curvatura de su criatura que tantas amarguras me ha causado, pero no he tenido tanta suerte.
La entrevista ha sido con los diseñadores cristaleros de los objetivos referenciados en el titular, así que solo me queda felicitar a los afortunados poseedores de uno de ellos porque podrán disfrutar de todo lo que yo no he podido.
Todo ha salido de aquí: