
Me encantan los objetivos que se pueden enfocar con una cinta métrica.
Y demuestra bien a las claras la transmutación de un F0,95 en un T1.0: son cosas de la transparencia, transmitancia, conductividad, o lo que sea como se diga.
Y a mí que me encantan los objetivos de cine.
Bueno, en realidad lo que me encanta no son los objetivos en sí, lo que me encanta es que siendo tan absolutamente diferentes de los de foto, tan específicos y optimizados para su función, los fabricantes de cámaras se hayan empeñado en hacer que las cámaras que graban video y hacen fotos sean las mismas, y por lo tanto no optimizadas ni para una cosa ni para la otra.
Hala, ¿cuantos amigos acabo de hacer?, ¿cuanta audiencia acabo de perder?
¿Qué más quieres por 600 dolores?