
– logo –
Bueno, pues nada, ahora ya lo sabéis, y no me parece mal si realmente te prestan un servicio que vale la pena. Otra cosa es el precio y si el “quid pro quo” es equilibrado o una puñalada en el hígado.

– por alusiones –
Nota tonta: yo ni soy profesional ni vivo de esto, así que nunca he sido miembro del CPS, pero sí que he utilizado sus servicios y ojalá no lo hubiera hecho. No lo pedí yo, vinieron ellos a mi y el resultado fue mucho peor que catastrófico. Me sentí vapuleado como un muñeco de trapo manipulado por un sádico genio del vudú.
No creo que nadie de vosotros no lo haya leído aún, pero si aún queda alguien y os queréis divertir un rato, con esto lo conseguiréis.