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Mis querida montañas: Benasque, primavera 2024 – una pequeña galería

The Sound of Music: alegoría

Hola a todos:

Crónica de sociedad:

Mi mujer y yo hemos estado estos últimos tiempos en mis queridas montañas. Salimos de Barcelona el 20 de abril, y volvimos el 7 de julio. Es la primera vez desde que compramos un pequeño apartamento en Benasque (Huesca) en el año 2.000 que estamos tanto tiempo y sobre todo es la primera vez que hemos ido sin mirar atrás. Tanto mis padres como mis suegros ya no están y no hemos tenido ningún sobresalto cuando ha sonado el teléfono. La “no preocupación” ha sido un hecho diferencial que nos ha marcado mucho porque no estábamos acostumbrados. Ha sido increíble y muy agradable.

Entonces, ¿por qué hemos vuelto a Barcelona para pasar el verano cociéndonos de calor?

Pues por varias razones: la principal es que nos da un poco de apuro dejar la casa de Barcelona sola durante mucho tiempo, y más en verano. Por otro lado porque estoy muy mal acostumbrado. Desde que estoy jubilado solemos subir a Benasque en temporadas bajas, primavera, otoño. Estoy acostumbrado a pasearme por el campo solo, y cuando veo dos o tres personas me pongo nervioso. A finales de junio y primeros de julio el Valle empieza a llenarse y el ambiente cambia. En julio es agobiante, pero en agosto nada tiene que envidiar a La Costa del Sol – es insoportable. Eso si, se puede dormir porque hace fresquito.

Sea como sea os cuento que al principio de nuestra estancia nos pasamos un mes entero (no exagero) sin ver el sol y con lluvia cada día, a veces en plan monzónico, a veces de forma continua las 24 horas, algún rato paraba pero salir era temerario pues era un eslalon entre charcos y barro. La primavera no llegaba y las flores estaban agazapadas en el suelo enterradas a la espera de que saliera el sol.

A partir de final de mayo la lluvia paró, el sol salió, y la primavera explotó. Las flores aparecieron y los árboles se vistieron con hojas de un verde imposible. No había colores como en otoño, solo había dos tonos de verde: el oscuro de los árboles perennes y el claro de los árboles caducos con sus nuevas hojas. Paredes verdes moteadas con lunares de color que eran las flores: amarillos, rojos, violetas y blancos sobre todo.

Nuestro cuerpecillo serrano, de 70 años los dos, nos ha hecho ver clarísimamente que “la montaña no es país para viejos”, pero aún así, paseando por ahí lo que buenamente hemos podido lo hemos pasado estupendamente bien, sobre todo yo haciendo fotos en medio de prados con yerba y flores que me llegaban a la cintura y me dejaban empapado. No necesito nada más para ser feliz, y lo he sido, lo hemos sido aunque sea arrastrándose por senderos que hace años podíamos hacer a la pata coja.

No he dicho nada hasta ahora porque no me gusta airear a los 16 vientos que no estábamos en Barcelona y que la casa estaba sola. Si por desgracia te entra alguien te hacen una desgracia y la justicia solo te acaba de machacar.

La nueva cámara:

Esta vez había un aliciente nuevo. Ya sabéis, porque lo he contado aquí, que en marzo me lié la manta a la cabeza y con la herencia de mis suegros (mi mujer me dejó, siempre me deja) me compré una Fuji GFX 100S que no fue la GFX 100S II porque el Sr.Fuji la sacó un mes después y encima más barata. El Sr.Fuji se ha ganado mi inquebrantable enemistad eterna y de por vida. Esas cosas no se hacen, coño.

Por lo tanto, yo, que he sido canonista toda la vida, he pasado a ser Fujista, y Fujista M43 (Macro 43). No se muy bien que contaros de mi experiencia con la cámara, quizás estos cuatro flashes os darán una idea:

  1. – No sé cómo he podido pasar tanto tiempo sin una “mirrorless”.
  2. – ¿Se notan los 100 Mpixels? No solo se notan, te golpean la cara en cada foto.
  3. – Ninguna de mis DSLR Canon ha salido de las bolsas en todo este tiempo.
  4. – A pesar de eso, el hábito no hace al monje. A pesar de la cámara mis fotos siguen siendo mediocres, quizás peores aún.

1.- Mirrorless:

Nunca había jugado con una “mirrorless”. Después de configurarla a mi gusto, lo que me costó unos cuantos días y algún disgusto, trabajar con ella es ahora una verdadera delicia y además rapidísimo. Se puede componer perfectamente con el visor. El enfoque, al menos para foto tranquila de paisaje como la que hago yo, es ultrapreciso y no me ha fallado nunca, y nunca quiere decir nunca. La exposición es muy correcta la mayoría de las veces y atina mucho con el balance de blancos en modo automático. El disponer del histograma en color y tiempo real antes de hacer la foto es algo maravilloso. La simulación de cómo va a quedar la foto también lo es. La utilización en exclusiva del obturador electrónico elimina las vibraciones y no me ha dado ningún problema.

Yo creo que no me hace falta nada más para ser feliz.  

2.- Resolución y nitidez.

He utilizado siempre el formato 16:9 que me gusta mucho para paisaje. Esto supone imágenes de 11648 x 6552 = 76 Mpixels, más que suficiente para alucinar. Ademas, como la foto la hace completa en 4:3, eso te permite la posibilidad de recomponer arriba y abajo con un margen enorme en el procesado. Aunque compongas con mucho cuidado luego al revelar puedes ver que la cosa queda mejor subiendo o bajando en encuadre un poco. A mí me ha pasado más de una vez.

¿Se notan los 100 Mpixels? No es que se noten, es que te abofetean en cada foto. Es insultante. Además se produce un efecto, imagino que psicológico, que es sobrecogedor. Yo revelo en el pueblo con un portátil Dell de 17” 4K y cobertura 100% Adobe RGB. La pantalla tiene 7680 x 4320 = 33 Mpixels. Por lo tanto, ni aunque tuvieras la supervista de un lince miope y te pudieras acercar a la pantalla hasta ver los diminutos píxeles es imposible que los veas todos. De cada tres solo verás uno (otra cosa es si hacemos 100%).

Pues bien, la sensación que da es apoteósica. Se ve hasta el más mínimo detalle. Es asombroso: la yerba, las hojitas de los árboles, las ramitas del suelo, las florecillas. Es algo para mi inexplicable, pero está ahí y lo puedes ver haciendo un poco de zoom, no hace falta poner el 100%. Al cerebro le ocurre algo, al menos al mío. Si miro la imagen TIFF a 16 bits resultado del revelado RAW, en un momento dado la pantalla parece como si desapareciera y se transformara en una ventana a través de la cual se ve lo que has fotografiado, tal cual lo recuerdas. No sé explicarlo mejor. La naturalidad del color también ayuda mucho a la ilusión. Esa sensación jamás la he tenido hasta ahora con mis DSLR Canon, y eso que la 5D4 tiene 30 Mpixels, lo mismo que la pantalla de mi portátil, pero no es lo mismo, no señor.

Justo es decir que igual que estoy impresionado y aturdido por la resolución y nitidez no lo estoy tanto con el rango dinámico. Tiene, y tiene bastante, más que mis Canon, pero aquí en la montaña la luz es tan clara y el contraste tan bestia que las nubes se me suelen ir un poquito y tengo que toquetearlas algo con Camera RAW y el detector de cielo IA. En contrapartida la manipulación de luces y sombras en el RAW es muy flexible y hay un enorme rango de ajuste sin que el resultado quede feo. Lo importante, ya lo sabemos, es no fundir las luces porque es muy difícil o imposible recuperarlas. De las sombras no hay que preocuparse mucho, se pueden levantar casi todo lo que haga falta y todo ello sin recurrir ni a mascaras ni a HDR.

Ver un TIFF de 16 bits de 100 Mpx (76 en 16:9) es algo que no se puede describir, hay que verlo, hay que vivirlo. Es la felicidad en estado puro.  

3.- Equipo Canon:

Yo he sido canonista toda mi vida. ¿Canonista yo?, pero que dices. Yo fujista de toda la vida, eso si, Fujista M43 (Macro 43).

No he necesitado nada más para ser enormemente dichoso.  

4.- El hábito y el monje:

Solo tengo un objetivo GF, el GF 32-64mm f/4.0 R LM WR. Vale, aquí podría poner como excusa que un 32-64 (un 25-50 equivalente) no se presta a muchas florituras y no es un objetivo muy creativo. Con él solo se pueden hacer “postales”, más o menos correctas pero sin demasiado interés. Es verdad, pero al mismo tiempo es una “mentira podrida”. Si eres un buen fotógrafo haces buenas fotos. Si eres un negao, pues no.

Es por ello que a pesar de todo lo que acabo de contar en el apartado anterior mis fotografías, desde el punto de vista estético, no han mejorado ni un ápice. Son mediocres, como las que he hecho toda la vida y ya conocéis, incluso un poco peor.

Es verdad que la primavera no me motiva demasiado. Hay flores, muchas flores, y para hacer macro es una delicia. Ya sabéis que mi mujer es aficionada a las florecillas y se maneja bastante bien con los librotes que tiene y también con internet. Tenemos una base de datos de las flores del valle que hoy tiene 65 familias y 388 especies, que no está mal para un aficionado. Empecé a fotografiarlas con mi Canon 400D sobre el 2006 cuando aún no sabía lo que era un RAW. Ahora tenemos algo más de 4.000 fotos, muchas de campo y otras de estudio hechas en casa para sacar detalles. Antes me tiraba por los suelos para sacar detalles en el campo. Ahora no puedo, porque si lo hago ya no me levanto. Aún así en esta estancia hemos encontrado, bueno, mi mujer ha encontrado 11 especies nuevas que no habíamos visto hasta ahora. Todas han quedado adecuadamente documentadas con la Fuji GFX 100S (en el campo) y con la 5D Mark II y el estupendo EF 100F2,8 Macro (en casa), que excepcionalmente sacaba de la bolsa con ese fin. Me da vergüenza ver las primeras fotos de cuando empecé, pero mi mujer está encantada, y eso es lo que cuenta.

Sin embargo para paisaje en general la primavera es un tanto monótona (a veces incluso aburrida). Todo es verde, tremendamente verde, insultantemente verde, no hay más colores y el paisaje se resiente: verde abajo, azul arriba (a veces casi malva, y es así, es real) y a veces nubes de borreguito con un brillo salvaje desafiando el histograma.

He hecho unas 650 fotos, todas reveladas a partir del RAW, y me han ocupado 450 GB. Como suelo hacer siempre me voy a atrever, voy a osar, os voy a agredir con una galería. Decir que es una selección sería demasiado pretencioso por mi parte, porque en realidad no hay nada que seleccionar. Todas son vulgares y ninguna destaca sobre las demás. He ido cogiendo unas cuantas por orden cronológico, y nada más. Por eso veréis que en las primeras el cielo es muy nuboso o directamente blanco. Eso corresponde al mes que llovió cada día. Después ya veréis que salió el sol y la primavera explotó. Las hay tipo postal, las hay que violan las más simples reglas de la composición, hay sedas, algunas hasta parecen abstractas porque me gusta experimentar, en fin, un poco de todo y nada bueno.

Si les echáis un vistazo veréis que son fotos como las que puede hacer cualquier turista con su telefonillo, lo que pasa que yo las he hecho con un poco más de cuidado y con un aparato que pesa bastante más que un telefonillo: bolsa, trípode, cámara, objetivo, y algún complemento casi 5 Kg (mis huesos lo han notado). Eso no garantiza que el resultado haya sido mejor. Ni de joven me he quedado a dormir por ahí tirado en algún lugar paradisiaco esperando la luz de la madrugada o del anochecer. Mucho menos ahora, así que no hay nada destacable ni mucho menos espectacular. Llegábamos a los sitios a la hora que fuera y la luz era la que era.

Ya sabéis que me gusta el blanco y negro. Me gusta mucho y para convertir las fotos utilizo el Silver Efex Pro 2 (de cuando Google lo regalaba). Su “preset” de “textura alta tosca” es el que utilizo casi siempre. Realza la textura de la imagen y sin prácticamente tocar nada más da un aspecto “dramático” que quizás es un poco exagerado pero que a mi me encanta.

Por eso también he hecho una pequeña selección en blanco y negro. Algunas fotos son las mismas que en color, otras no.

Constante cosmológica fotográfica:

Mientras iba repasando las fotos que he hecho, y visto el nivel que veréis, aparte de morirme de vergüenza, se me ha ocurrido pensar en “la constante cosmológica” pero aplicada a la fotografía. La constante cosmológica es un artificio que se le ocurrió a Don Alberto para que no se le viniera abajo el jaleo de la relatividad.

La constante cosmológica fotográfica es mucho más modesta.

La podría definir como un número arbitrario que llamaremos Kf que siempre cumple la siguiente ecuación:

  • Calidad de la Cámara Fotográfica x Calidad del Fotógrafo = Kf, en reducido: CCF x CF = Kf

La conclusión es evidente y puede enunciarse de muchas maneras. Yo solo pondré dos, una culta y otra vulgar pero más real que la vida misma.

  • En culto: la calidad de la cámara fotográfica es inversamente proporcional a la calidad del fotógrafo, o al revés, que incluso sería más correcto, la calidad del fotógrafo es inversamente proporcional a la de la cámara usada.
  • En vulgar: ¿para qué coño quiero yo una cámara estupenda si lo único que sé hacer con ella son cosas como estas?

Repasando las fotos que he hecho en esta primavera me doy cuenta de que no solo no mejoro como fotógrafo, sino que voy para atrás, como los cangrejos. Madre del Amor Hermoso, que desgracia.

No es una autocrítica gratuita para quedar bien ante vostros, es que lo creo de verdad.

Resolución de la galería:

Por la reducida capacidad de mi alojamiento he tenido que reducir la resolución a solo Full HD con lo que se pierde buena parte de la magia, pero vale para que os hagáis una idea. La distancia de una Full HD JPG al una TIFF de 16 bits y 100 Mpixels es la misma que la que va de un sello a una valla publicitaria, así que tendréis que poner muy buena voluntad y dosis masivas de imaginación.

Eso si. Como prueba y demo os he puesto una sola foto a tamaño completo. Es una foto del  pueblo de Benasque hecha desde El Mirador de Cerler. En la carretera que va de Benasque (1.140m) a Cerler (1.540m), rumbo a la estación de esquí, hay una curva donde hay un mirador sobre el Valle. Desde ese punto se ve el Valle de Benasque desde la entrada por Eriste y su embalse hasta el propio Benasque. El pueblo se ve desde unos 350m de altura como si estuviéramos montados en un globo.

Es una foto vulgar que hacen todos y cada uno de los turistas que visitan el valle y si no está nevado o no es de noche el tema no tiene interés. Sin embargo desde esa altura se pueden ver todos los detalles de las casas, coches e incluso personas que aparecen por ahí. La foto está hecha en uno de los primeros días, con el cielo blanco y totalmente tapado, luz difusa sin contraste alguno y ambiente no demasiado transparente. Aún así, como yo no estaba acostumbrado a estas cosas, la primea vez que la vi me sorprendió la cantidad de detalles que se puede apreciar.

Si os apetece le podéis echar un vistazo.

Primavera 2024: Color 1920 pixels 16:9

Primavera 2024: Blanco y Negro 1920 pixels 16:9

Benasque completa 16:9 = 78 Mpixels

No se si os gustará la galería, o al menos alguna foto. Yo, mientras más las miro menos me gustan. Es por eso que no me enfadaré si salís corriendo como si se os acercara un político, pero yo os la pongo desde mi humildad más sincera y con todo mi cariño.

Moraleja:

Es haciendo estas cosas cuando yo soy total y absolutamente feliz, independientemente del resultado.  ¿Qué más puedo pedir?

¿que será?

Corolario: el picomisterio de la caja desvelado.

Hace unos días os puse esta foto con el mensaje de “continuará”.

Bien, pues se trata de una tontería, quizás alimentada por mi neurosis superprotectora. Veréis.

En mis queridas montañas tengo un Suzuki Vitara del año 2.000 que es el que utilizamos para movernos por allí pues tanto podemos hacer carretera como meternos por alguna pista de tierra aunque no esté en buen estado. Cuando eso sucede y a pesar de que voy a 5Km/h el coche se mueve bastante y nuestras posaderas al igual que la cámara que va detrás lo sufrimos. A pesar de que la cámara va perfectamente encajada en su bolsa el zarandeo es importante. Me imaginaba los delicadísimos motores del sistema de estabilización sometidos a fuerzas “g” inhumanas y eso “me ponía de los nervios”, así que se me ocurrió fabricarle una “cama protectora” con trozos de espuma viscolástica que teníamos en casa. No se si con ello se minimizarán las vibraciones y el meneo de la cámara pero al menos yo me quedo más tranquilo. Si queréis llamadlo placebo.

Y ya está. Ese es todo el misterio.

Uno más de la familia.

Nota tonta:

El Suzuki es totalmente digital, quiero decir que todo va a dedo, ni siquiera tiene cierre centralizado, las ventanas se bajan con manivela, el aire acondicionado son las ventanas abiertas, pero le tenemos mucho cariño. Tiene 24 años pero solo 36.000 Km hechos todos por en valle. Ha llevado a mis padres, a mis suegros, a mi hija y a su marido, a mi cuñado, a mis sobrinos, y naturalmente a nosotros. Es uno más de la familia.

Afortunadamente «La Colau» no ha pasado por allí y en Benasque no hay Zona de Bajas Emisiones …………………………. aún.

Y ahora ya si, se acabó la paliza.

Barcelona, 7 de julio 2024, al día siguiente del regreso.

adolfo

13 comentarios

  1. ¡Felicidades por esos dias de relax y frescor!
    Y bienvenido a la fascinación del microdetalle.

    Medio Terabyte por excursión… ahora entiendo su interés por los almacenamientos masivos.
    Amazon promete almacenamiento infinito y sin pérdidas a sus fieles. Es una opción… que los discos duros mueren, de repente.

    Con todo, ¡A disfrutar!, que nadie se va de este mundo de multas e impuestos diciendo ¡ojalá hubiera disfrutado menos!

    ¿No es mejor disparar con 100Mpix y así disponer de un mejor zoom por recorte?

    Un saludo

  2. Encuentro estupendas las fotos. No creo que sea por el «efecto GFX 100S».,
    A mí me gustan más las fotos del agua «congelada», pero también tienen su interés las del agua sedosa.

    • Mi enhorabuena y alegría porque puedas disfrutar tu equipo, eso sí, seguro que cuando saquen una pantalla acordé a esos megapixels en tamaño bestia se disfrutará en condiciones

  3. A mediados de Abril estuvimos por allí en la única semana que hizo buen tiempo, incluso iba en camiseta en la bici. Es una zona privilegiada y una preciosidad, especialmente el románico y los pueblos del entorno, todo muy fotogénico.

  4. Que buen relato, que felicidad y que paisaje. Las montañas también van a agradecer que hayas cambiado de cámara.

  5. Adolfo, celebro ese enamoramiento de tu equipo y de la experiencia de fotografiar.
    Sinceramente, tienes bastantes fotos muy chulas. Mi respetuosa admiración a ese trabajo que has realizado y su tratamiento tan natural y sin efectismos.
    Enhorabuena!
    Un saludo.

  6. Me alegro de que hayas empezado una nueva etapa, y que la estés disfrutando. Cada momento tiene su qué. Un abrazo!

    • Añado que las he borrado, para que Don Google no me las incluya en las colecciones que autógenera. Excepto esta última. Quizás la IA ha pisado un poco de más el acelerador, pero sólo un poco.

  7. De verdad Adolfo que te quedas obnubilado viendo estos paisajes, los detalles, el agua más o menos sedosa, esas flores, los cielos, la gama de verdes…todo. Ver estas imágenes son como abrir la ventana y recibir un soplo de aire sano y fresco. Tienes la fortuna de vivir al alcance de una zona maravillosa y no dudes en disfrutarla con tu chica ni un momento, no dudes, disfrutad sin ya mirar atrás. Viendo esto y el tiempo que el blog te resta de tu absoluta felicidad yo me plantearía seriamente chapar la persiana y dejar un blog de autor, con tus imágenes solamente, una especie de escaparate donde podamos disfrutar los menos afortunados de vistas así de vivaces de las que estamos tan necesitados después del abuso de la IA que todo lo manosea y altera, disfraza y manipula. Nadie que tome fotos con sentimiento las termina de ver perfectas, es algo natural; igualmente todos los pintores encuentran defectos en sus más elaboradas obras, defectos que los legos ni adivinamos por lo que no debes preocuparte. Son bonitas, entran por los ojos y revolotean por la mente un buen rato tranquilizándola y dejando una agradable sensación de naturalidad. Lo dicho, plantéate dedicarle más tiempo a tu afición y menos a la esclavitud de blog. Exprime tu fuji y púlete todo en ti y tu chica, nada te podrás llevar luego. Ese lugar es de esos donde cuesta mucho morirse, al contrario de donde yo medro, que no vivo, que no es vivir, no se puede en el culo del mundo y del que pienso que su te mueres y lo pierdes de vista casi es una ventaja. Un fuerte abrazo para tu y un besete para tu amor. Cuidaros mucho.

  8. Amigo Adolfo: gracias por compartir. En contra de lo que comentas, magníficas fotos.
    Es evidente que Benasque es mágico. Yo ando aquí en Canarias llevando a cabo un proyecto fotográfico junto con mi hermano, sobre plantas endémicas canarias. Ya hemos llegado sobre 350 especies distintas fotografiadas. A seguir con esa pasión Adolfo.
    Un cordial saludo y espero que puedas darte un salto alguna vez por mi isla de Tenerife.

  9. Enhorabuena, Adolfo. Es una maravilla leerte y sentir esa felicidad que expresas. Por otra parte, debo de ser raro o pésimo fotógrafo, porque la mayoría de las fotos me parecen estupendas y algunas las colgaría orgulloso en las paredes de mi casa.
    Un abrazo y a seguir disfrutando.

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