
De Premio Nobel, oiga.
Un prohombre anónimo que sin embargo está propuesto para el Premio Nobel conjunto de la paz, de física, de química y de emprendeduría e innovación genial ha conseguido cuadrar el círculo, cruzar el Rubicón y alcanzar el Santo Grial de la tecnología dando solución de una vez para siempre al enorme problema del coche eléctrico: ¿Dónde coño lo enchufo y por cuánto tiempo?
Para darle toda la emoción al asunto no voy a dar ningún “spoiler” y por eso ni siquiera la imagen ilustrativa os dará ninguna pista.
El dueño de un Tesla Model Y se propuso llegar hasta el Everest con su coche eléctrico. Y tuvo una gran idea llamada gasolina
Bonus Track: ante semejante notición todo lo demás palidece, pero ya que estamos………