¿Si las cámaras son una herramienta diseñada para crear arte, por qué son tan terriblemente aburridas?

¿De verdad?

Comparto con vosotros este pensamiento/pregunta de Jaron Schneider, uno de los boss de PetaPixel, con la bienintencionada intención de que dejéis de pensar en tonterías como que por qué todos los que no tienen 8 apellidos hebreos son de Hamás, o sobre cómo se puede ser tan cabronazo como Putin y no disolverse en sus propios jugos, o cómo es posible que a la cabeza de unos de los países más importantes del mundo haya un niño caprichoso que aún no ha llegado al uso de razón, y penséis en algo verdaderamente importante y trascendente como plantea este artículo que acabo de leer.

En cuanto lleguéis a alguna conclusión, porfa, hacérnosla saber y así la compartiremos todos con salud y alegría a la espera de la gran matanza “pavana” y del consiguiente Black Friday.

Camera Makers Need to Lean Into Their Brand Colors Again

When Nikon added the gold ring to the lens mount of its 28-135mm f/4 PZ earlier this year, I was ecstatic. Finally, Nikon was leaning into its brand color. I was saddened to learn it would only do this on select products moving forward. That got me thinking: every brand is leaning away from color when they should be leaning into it. For a tool designed to create art, the camera tends to be dreadfully boring.

Los fabricantes de cámaras necesitan volver a apostar por los colores de su marca

Cuando Nikon añadió el anillo dorado a la montura de su 28-135 mm f/4 PZ a principios de este año, me emocioné. Por fin, Nikon se inclinaba por el color de su marca. Me entristeció saber que, de ahora en adelante, solo lo haría en productos seleccionados. Eso me hizo pensar: todas las marcas se alejan del color cuando deberían inclinarse por él. Para ser una herramienta diseñada para crear arte, la cámara tiende a ser terriblemente aburrida.

Pregunta hipertonta:

¿De verdad el color Sony es el naranja? Yo no lo recuerdo ni de mi más tierna juventud.